No es ningún secreto que las mujeres tenemos muy mala fama al volante, de hecho para algunos hombres no deberíamos tener acceso al carnet nunca. Yo en mi caso es de las mejores cosas que he hecho en mi vida, ya no solo a nivel personal sino que me ha dado una independencia plena. Te das cuenta sobre todo cuando tienes hijos y debes llevarlos al colegio, el mismo día al médico a clases extraescolares, y o bien vas todo el día con la lengua fuera o coges el transporte urbano cosa que se convierte en muy difícil por no poder cuadrar los horarios. La verdad que poder disponer de un coche en la puerta se convierte en un auténtico desahogo sobre todo porque sabes que llegarás a tiempo a todo y no tendrás que depender en ningún momento de nadie. Es verdad que las mujeres no dominamos la mecánica de igual manera que los hombres, por lo menos no la mayoría, recuerdo perfectamente que el tema de cambio de rueda y que tenía que ver con las averías en la auto escuela se me atragantó sobre todo si tienes la mala suerte de tener un grupo de hombres a tu alrededor repitiendo una y otra vez mujer al volante peligro constante.
Creo que situaciones como esa hacen que una se venga arriba y que no le de miedo ni el coche ni la mecánica ni nada de nada, yo pensaba en la herencia que me había dejado mi abuelo que era su viejo coche que cuidaba como oro en paño y que me ahorraría los gastos que conlleva comprar un coche nuevo o de segunda mano, el caso es que yo lo tenía en la puerta de casa para utilizarlo en cuanto aprobara. Paradojas de la vida muchos de los que se reían de mí y se burlaban por ser una mujer al volante todavía después de unos cuantos años después siguen en la autoescuela, en fin…
Lo malo de esta historia es el final que tuvo al final el coche de mi abuelo, un coche es duradero pero desde luego no eterno y por muchas veces que lo he arreglado y por más que lo he cuidado al final no me ha quedado más remedio que llevarlo al desguace hacer caso de mi padre que me dijo visita el siguiente enlace y encontrar un desguace en el que he salido incluso ganando con el trueque por así llamarlo.